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Asesinó a su madre de 65 puñaladas
Giuliana Llamoja Hilares, una joven de 18 años, asesinó
salvajemente a su madre la noche del sábado luego de una agria
discusión en su casa de San Juan de Miraflores. María del
Carmen Hilares Martínez (47) murió desangrada luego de recibir
65 puñaladas en el cuerpo.
La matricida, quien ya está en manos del Ministerio Público,
asegura que su madre la atacó primero. Las discusiones entre
ambas eran frecuentes. Llamoja es hija de un juez y estudiaba
derecho en la Unifé. Previamente la joven habría intentado
envenenarla.
Apuñaló 65 veces a su propia madre
Crónica. Horror en el cono sur. Tiene apenas 18 años,
estudiaba Derecho en una universidad privada y es aficionada al
baile. La noche del sábado, el rencor y la ira la impulsaron a
tomar un cuchillo de cocina.
¿Qué gatillo activa el mecanismo de la violencia? ¿Qué se
quiebra dentro de uno para ser capaz de matar a alguien, a su
propia madre, por ejemplo? En un homicidio como este, cuando la
ferocidad del ataque ha sido tanta, queremos aferrarnos a la
tranquilidad de conocer el motivo: una manera mezquina de
recuperar el orden. Quizá lo que más perturba en este caso es
que todo parece absurdo, tanto como esas viejas tensiones
familiares que ya ni recordamos cómo se iniciaron.
¿Has visto el rostro de Giuliana? Es bonita. Tiene cara de
ángel. Si entras al Hi5 (un servicio de mensajería por Internet
de moda entre los adolescentes), puedes ver su foto: tiene cara
de ángel, insiste una vecina.
Desde temprano, hay un grupo de chiquillas sentadas en la vereda
a unos pasos de la casa donde sucedió todo, en el número 155 de
la calle Las Magnolias, urbanización Entel Perú, San Juan de
Miraflores. Se nota que es un barrio tranquilo, con casas de dos
o tres pisos, más o menos lujosas para un distrito pobre. Las
chicas conocen desde hace tiempo a Giuliana Llamoja Hilares, pero
quien les preocupa a estas alturas es su hermano Luis, de 17
años, uno menos que ella. Él y su hermano menor, de 12, tan
apegado a la mamá.
Un agente de la comisaría de la zona, que fue uno de los
primeros en llegar a la escena del crimen, nos contó lo
siguiente: Luis regresó de la calle aproximadamente un cuarto
para las 11 de la noche, el sábado. Quiso entrar a la casa, pero
no lograba abrir la puerta porque estaba trancada. Después de
mucho insistir, abrió su hermana, envuelta en una toalla. Se
había estado bañando.
El resto sucedió como entre sueños. El muchacho no tardó en
notar el caos de la sala, de la cocina, el rastro de sangre.
"Estuve discutiendo con mi mamá y se suicidó", le
mintió Giuliana, quien había concluido el tercer ciclo de
Derecho en la Unifé. Quién sabe cómo Luis consiguió llamar a
los bomberos y a la policía.
El cadáver de María del Carmen Hilares Martínez (47) estaba en
el baño, tendido boca a bajo. A un costado, los anteojos
manchados y rotos de la víctima. Ella había recibido 65
puñaladas con un cuchillo de cocina. En el brazo, en el pecho,
en la espalda, en la cabeza, en una oreja. Incluso tenía un
largo corte en el cuello, a la altura de la yugular. Giuliana
estaba llorosa, pero calmada. Cuando se hizo presente el fiscal
para ordenar el levantamiento del cuerpo, en horas de la
madrugada, confesó.
No queda muy claro qué fue lo que ocurrió esa noche. En la casa
de al lado, la música de una reunión familiar impedía escuchar
mayor cosa. El papá -titular del Juzgado Civil 41 de Lima- se
encontraba de viaje en Argentina, por motivos de trabajo,
acompañado por el último de sus hijos. Los reporteros enviados
a cubrir esta historia aquella madrugada recogieron la versión
de que la chica había intentado primero darle a la madre una
bebida mezclada con raticida, pero que esta reconoció el veneno
y lo arrojó al piso. Habría sido entonces que tomó el
cuchillo.
Resentimiento
Mientras la detenida era interrogada en la División de
Investigación Criminal (Divincri-Sur), el coronel Alfredo
Acuña, jefe de la dependencia, aceptó darnos algunos alcances.
Sus datos sugerían una explosión imprevista.
"Según Giuliana Llamoja, ella estaba sola en la casa; se
estaba probando un polo y bajó a la sala para mirarse en un
espejo grande. En eso llegó su madre. Esta le increpó algo, el
desorden o algo por el estilo". Empezaron a discutir, como
otras veces, y la ira se salió de su cauce.
Un trascendido señalaba que Llamoja insultó a su madre
gritándole ignorante y le sacó en cara que no tuviera
formación universitaria como ella o su papá.
Acuña continuó: "La señora le lanzó un adorno de
cerámica, que la chica esquivó. Llamoja asegura que la mamá
fue la primera en coger el cuchillo. Lo cierto es que ella
también tiene varios cortes".
Ayer, pasadas las 4:00 p.m., fue trasladada al Ministerio
Público. Su defensa está en manos de una abogada, pagada por su
propia familia. Temprano, una tía había declarado que a
Giuliana se le había dado por robar cosas de la casa. Los
vecinos no podían imaginárselo. Una chica así, que apenas una
semana atrás obtuvo un premio en un bailetón televisivo, que
enseñaba baile en un gimnasio cercano, que fuera de esto y de
sus clases casi nunca salía de casa...
De hecho, los amigos del barrio no olvidan que era raro que le
dieran permiso para salir sola. La señora era estricta. ¿Podía
ser que el resentimiento llegara a tanto? "Estaba cansada de
que ella fuera un escollo en mi vida", admitió la asesina
en el interrogatorio.
Iván Herrera Orsi
A 20 años de prisión podría ser condenada joven asesina
Si Giuliana Llamoja fuera condenada bajo el cargo de
parricidio, delito contemplado en el artículo 107 del Código
Penal, sería sentenciada a pasar entre 15 y 20 años en
prisión, explicó el abogado Luis LamasPuccio.
Sin embargo, como hace notar el jurista, cabe la posibilidad de
que se acuse a Llamoja más bien de asesinato por emoción
violenta, considerando que su crimen se produjo en el contexto de
una pelea. Esta figura parte del supuesto de que, en algunas
circunstancias, las pasiones pueden cegar a una persona
haciéndole perder el control de sus actos. De ser el caso, la
pena máxima sería de 10 años. El tribunal tendría que optar
por alguno de los dos cargos.
Lamas Puccio cree que el argumento de legítima defensa no
prosperaría, debido al ensañamiento y la ferocidad del crimen.
"¿Cómo explicar 65 puñaladas, si bastaban una o dos para
defenderse?", se pregunta.
Tal ensañamiento hace sospechar que la asesina sufra alguna
alteración mental. En ese caso, podría ser declarada
"inimputable" y recluida en un sanatorio.
Psicópata
Dado que se ha dicho que Llamoja estaba robándole a su familia,
el psiquiatra William Aguilar opina que podríamos estar ante una
personalidad psicopática. Esta se caracteriza por la ausencia de
valores, la impulsividad y la manipulacion.
Antecedentes
03-02-05 Zenón Zárate Roque, de 36 años, asesinó con un golpe
de pico en la cabeza a su padre, Miguel Ángel Araña Huiza (65)
en el Cusco.
30-07-2004 Una adolescente de 17 años asesinó a cuchillazos a
su padre en Chorrillos. Su progenitora intentó ayudarla a
ocultar el homicidio.
29-04-2004 El mecánico Marco Antonio Ramos Barredo de 24 años
mató a su padre Marco Ramos (47), de una puñalada en el
corazón, por impedir que siguiera golpeando a su esposa. El
hecho ocurrió en Ventanilla.
11-04-2004. En Pisco, Rosa Siancas Conde ( 22) mató a su padre
utilizando un cuchillo de 30 centímetros de largo.
22-12-2002 Rómulo Chávez Vásquez, de 20 años, asesinó a
golpes a su anciana madre porque no le dio dinero. Fue en Chilca.